La linfa y el sistema linfático: los hechos y los fundamentos.
La primera y más obvia pregunta es: ¿Qué es el sistema linfático? Antes de eso, supongo que querrás saber qué es la "linfa". Bueno, la linfa es un líquido que no tiene color y contiene glóbulos blancos, que son nuestras células inmunitarias clave. La linfa cubre los tejidos de nuestro cuerpo y tiene su propio sistema de drenaje, que se denomina sistema linfático. Existe un intrincado sistema de capilares linfáticos (básicamente pequeñas tuberías de drenaje) que recolectan todo el líquido que ocupa los espacios entre los diferentes tejidos del cuerpo. Esos pequeños capilares se conectan a tubos más grandes, llamados vasos linfáticos, que conducen a los ganglios linfáticos.
La gran mayoría de nosotros, sabemos y conocemos algo de los ganglios linfáticos; Cuando tenemos dolor de garganta o resfriado, podemos notar que se puede llegar a sentir unos pequeños bultos circulares debajo de la superficie de la piel que desaparecen después de que ya nos aliviamos de la gripe. Esos son ganglios linfáticos, y eso es una señal de que nuestro sistema inmunológico está combatiendo algo dentro de nosotros.
En los ganglios linfáticos, el líquido linfático es limpiado por un tipo especial de glóbulo blanco llamado linfocito. Después de eso, lo que queda se drena en una de nuestras venas principales, las venas subclavias . Luego, el líquido se mezcla con la sangre y la circulación avanza, y todo el proceso se repite. La linfa es una sustancia sorprendente y es similar en composición al plasma sanguíneo. La linfa transporta y purifica proteínas, exceso de líquidos, bacterias, células cancerosas y grasas a los ganglios linfáticos para su procesamiento. La palabra "linfa" deriva del nombre de Linfa, el antiguo dios romano del agua dulce.
El sistema linfático y nuestra salud.
Ahora que sabemos qué son la linfa y el sistema linfático, es importante saber cómo influye el sistema linfático en nuestra salud y cómo podemos mantener sanos nuestros sistemas linfáticos individuales.
El sistema linfático ayuda con el balance de líquidos en nuestro cuerpo, y también desempeña un papel en el metabolismo de los lípidos y el sistema inmunológico, al tiempo que influye en una amplia variedad de afecciones, desde infecciones hasta enfermedades inflamatorias, enfermedades metabólicas y cáncer.
El sistema linfático es una autopista para los linfocitos y las células inmunitarias, que se dirigen a los ganglios linfáticos específicos de la región; es aquí donde nuestro sistema inmunológico entra en contacto con patógenos, microbios y otras cosas que lo aceleran.
En pocas palabras, los vasos linfáticos son una super autopista que se encuentra todo el tiempo en movimiento, afectando en sí todo el sistema inmunológico y modificando directamente en como éste responde a nuestro medio externo.
Cuando el sistema linfático se enferma.
Hay una serie de condiciones relacionadas con el sistema linfático que pueden afectar nuestra salud. El linfedema es una afección en la que podría inflamar la cara, los brazos, las piernas o el abdomen debido a que el líquido no se drena en el sistema linfático.
La linfadenopatía es otra afección común, lo que básicamente significa es que hay un ganglio linfático que se encuentra aumentado en tamaño en un examen físico. Es posible que este sea uno de los primeros signos de cáncer, especialmente si hay ganglios linfáticos anormalmente agrandados (como en el linfoma); sin embargo, la causa más común de agrandamiento de los ganglios linfáticos y los ganglios linfáticos que se pueden detectar en un examen físico es una infección. A veces, las personas también pueden tener un bazo agrandado o esplenomegalia porque el bazo es un órgano inmune importante.
Otro ejemplo de una enfermedad linfática es la LAM o linfangioleiomatosis; esto afecta a las mujeres en edad fértil, y es una afección que afecta a los pulmones en las que crecen de manera incontrolable células similares a músculos en otros tejidos y órganos. Estas células interfieren con el funcionamiento normal de los pulmones y crecen en los ganglios linfáticos, los pulmones y los riñones.
Cuando el sistema linfático del cerebro está dañado, puede haber implicaciones para el desarrollo de afecciones neuromusculares, neurodegenerativas y neuro inflamatorias además de los tumores cerebrales y las lesiones. Estas son solo algunas de las principales enfermedades y afecciones que pueden afectar el sistema linfático.
¿Cómo mantener un sistema linfático saludable?
Ahora hablando de la salud y no la enfermedad; ¿Qué es lo que podemos hacer para mantener un sistema linfático saludable? Aquí están seis consejos integrales para mantener un sistema linfático fuerte y sano y te ayudarán a optimizar tu salud y bienestar en general.-
Bebe mucha agua.
Evita el exceso de alcohol y cafeína, ya que pueden deshidratar el cuerpo. Recuerda, la linfa proviene de la palabra "linfa", que significa agua dulce. Queremos que el agua fluya fresca y agradablemente por todo nuestro cuerpo, y queremos evitar que el río se seque y se estanque, por lo que el estar bien hidratados y comiendo frutas en abundancia nos dará una correcta y adecuada hidratación.
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Haz ejercicio de manera frecuente.
Una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestro sistema linfático es movernos regularmente o sea hacer actividad física de manera frecuente. Cuanto más se contraigan y muevan los músculos y articulaciones mejor fluirá la linfa por nuestro cuerpo. Recuerda: si bien el sistema linfático es un sistema circulatorio como los vasos sanguíneos que todos tenemos, no hay corazón para conducir el sistema linfático, así que tenemos que movernos y hacer ejercicio para que la linfa fluya bien.
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Come una dieta colorida, libre de alimentos procesados.
Ten una dieta llena de vegetales coloridos y frutas con alto contenido de antioxidantes, evita las comidas procesadas y rápidas, además de las comidas y bebidas llenas de azúcar. Esto ayudará a tu salud general y tu capacidad de desintoxicación y ayudará a mantener la linfa limpia y fluida al mismo tiempo que aumenta la capacidad de su sistema inmunológico para hacer su trabajo. Varios bioflavonoides que se encuentran en los alimentos pueden reducir el edema o la hinchazón y mejorar el flujo linfático. Mantener una buena salud intestinal y un microbioma intestinal resistente son ciertamente factores clave para obtener una salud óptima en varios niveles.
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Masaje Linfático.
El masaje linfático y otras terapias de manipulación manual también pueden ser útiles. El tratamiento de la bomba linfática realizado por médicos osteópatas puede mejorar la salud inmunológica y linfática. El masaje mecánico, el drenaje linfático manual y la manipulación del tejido conectivo también han demostrado ser útiles, especialmente para reducir la masa y el grosor de la grasa regional en las personas con celulitis. Otra técnica buena se llama Rolfing, y esta es una forma de masaje de tejido profundo destinado a lograr que todo el cuerpo trabaje en armonía. Como podemos ver, el mensaje aquí es el mismo que con el ejercicio: Hace que la linfa se mueva y fluya adecuadamente.
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Cepillado en seco.
Esta es una técnica que se dice que puede ayudar a que el sistema linfático se mueva y elimine las toxinas de su cuerpo. Todo lo que tienes que hacer es comprar un cepillo especial y cepillar metódicamente tu cuerpo suavemente. La literatura científica que respalda esta práctica es limitada, pero no hay otra desventaja que no sea la irritación de la piel. Entonces, si lo disfrutas y te hace sentir mejor, entonces no es irrazonable considerar incluirlo en tu régimen.
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Relájate.
La reducción del estrés y la relajación también son ingredientes clave para optimizar el flujo linfático. Solo piensa en esto como ejercicio para tu circulación linfática adecuada. En este caso, la risa y la respiración profunda pueden considerarse formas de ejercicio porque estás usando y contrayendo tus músculos. Como hemos comentado anteriormente, esto ayuda a mantener la circulación. ¡Hacer yoga, tai chi, qigong u otras prácticas basadas en el movimiento sería una ventaja adicional!
Al final del día, el sistema linfático es importante y desempeña un papel clave en nuestra salud. Si bien existe buena ciencia para respaldar muchas de las afirmaciones de salud que se revisan aquí, todavía hay algunas áreas donde se necesita más investigación para aclarar los beneficios de ciertas prácticas. En general, sin embargo, muchos de los tratamientos diseñados para abordar un mejor drenaje y flujo linfático son consistentes con recomendaciones para una salud óptima, de todos modos.
Consulta a un profesional de la salud para ver cuál tratamiento es el más funcional para tí ya que hay algunas situaciones en las que ciertas prácticas pueden no ser ideales o seguras para tus circunstancias particulares y condiciones de salud. Si comienzas a comer sano, evitando toxinas y moviéndote más, estarás en el buen camino para mantener en balance a la antigua deidad romana Lympha feliz.
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