La proteína se encuentra en todo nuestro cuerpo, en nuestros músculos, huesos, cabello, y virtualmente en cada parte de nuestro cuerpo y tejidos. Además hacen las enzimas que potencial izan muchas funciones químicas en el organismo, como por ejemplo la fabricación de hemoglobina que es la que transporta el oxigeno en nuestra sangre. Al menos hay 10,000 diferentes proteínas que hacen que todo se mantenga en orden en el cuerpo.
Todos están queriendo consumir proteína en polvo por sus enormes beneficios... ¿Pero que elección debemos de tomar al momento de tomar una proteína en polvo? ¿Cuáles son mejores, realmente es seguro y saludable? No todas las proteínas en polvo son realmente saludables, por eso es bueno checar bien las etiquetas, pues éstas pueden ser engañosas.
Éstos son los siguientes ingredientes de los cuáles debes tener cuidado:
1.Colorantes artificiales, como rojo 40, caramelo IV, Amarillo 5, azul 1, etc.
Los colorantes artificiales contienen metales pesados, de hecho son derivados de petróleo la mayoría, y éso los convierte en poderosos neurotóxicos, ésto quiere decir que al tener un alto contenido de metales pesados en la sangre, y ésta al llegar al cerebro actúa de manera negativa, siendo tóxica para éste órgano tan preciado. La ingesta de metales pesados en exceso puede convertirse en un inhibidor de neurotransmisores, abriendo paso a carencias importantes de dopamina, serotonina, causando hasta trastornos emocionales depresivos. [1]
2. Polvos añadidos como dextrosas, maltodextrina, etc.
El exceso del consumo de dextrosas y maltodextrina puede llegar a generar picos de azúcar después de su ingesta y ésto no es muy recomendable, sobre todo si llegar a consumir éstos ingredientes mas aparte otros alimentos con mucha azúcar pueden generar todavía picos de azúcar más altos y lastimar a tu páncreas. Es de tener precaución más si es algo que ingieres todos los días, pues todos los días expones a tu cuerpo a ese compuesto. Éste consumo desmedido de azúcares puede llegar a provocar una hiperglucemia, hay que tener precaución con su consumo sobretodo si es en grandes cantidades.
3. Edulcorantes artificiales, sucralosa, aspartame, aseculfame K, etc.
Se han hecho estudios científicos en los que se ha demostrado que la ingesta frecuente de éstos endulzantes artificiales puede llegar a ser carcinogénico pues en experimentos con ratas que consumían diario éstos compuestos, desarrollaron una tendencia rápidamente a padecer de tumores cancerígenos. Incluso hay estudios que también lo vinculan a cáncer de vejiga y leucemia. [2][3]
4. Saborizantes artificiales.
El consumo de saborizantes artificiales tampoco es recomendado por especialistas, en niños se ha registrado que su ingesta produce problemas para aprender y poner atención. [5]
5. Que no sea de procedencia orgánica.
El hecho de que no se tenga una certificación de protocolo de agricultura orgánica, puede ser que las concentraciones de pesticidas y fertilizantes sean abundantes, y ésto puede que no sea nada beneficioso para tu salud, pues se ha vinculado que los pesticidas llegan a causar hasta infertilidad, tanto en hombres como en mujeres. [4]
Bibliografía:
[1] MOUTINHO, ILD.; BERTGES, LC. and ASSIS, RVC..Prolonged use of the food dye tartrazine (FD&C yellow n° 5) and its effects on the gastric mucosa of Wistar rats. Braz. J. Biol. [online]. 2007, vol.67, n.1, pp.141-145. ISSN 1519-6984. http://dx.doi.org/10.1590/S1519-69842007000100019.
[2] JOUR Originally published as Volume 1, Issue 1980ARTIFICIAL SWEETENERS AND HUMAN BLADDER CANCER The Lancet 315-8173-837-841. 1980. 1980/04/19 Hoover, RobertN. Hartge Strasser, Patricia 0140-6736 http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(80)91350-1
[3] Consumption of artificial sweetener– and sugar-containing soda and risk of lymphoma and leukemia in men and womenAm J Clin Nutr 2012 96: 6 1419-1428; First published online October 24, 2012. doi:10.3945/ajcn.111.030833
[4] Volk, M., Jaklič, H., Zorn, B., & Peterlin, B. (2011). Association between male infertility and genetic variability at the PON1/2 and GSTM1/T1 gene loci.Reproductive biomedicine online, 23(1), 105-110.
[5]Conners, C. K. (2012). Food additives and hyperactive children. Springer Science & Business Media.
